Parece ser que la belleza del canto bizantino trastornó a los ciudadanos de Constantinopla.
Las melodías de reminiscencias siríacas son impactantes por su singular belleza, enriquecida por tradiciones mediterráneas poco conocidas. Desgraciadamente, disponemos de poca información en lo referente a los orígenes del repertorio bizantino.
Una remota liturgia sonora que queda en la sombra de nuestro oído. Uno de los estudios, de rigor impecable, es el reconocido Monumenta Musicae Byzantinae, que se incició el año 1931, en la Universidad de Copenhague.
viernes, marzo 06, 2009
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