Guido d’Arezzo fue un monje que nos mostró su mano musical.
Vivió en la Toscana, lugar de belleza y de girasoles, y creó un sistema de notación que a pesar de que dicen que todavía está en vigor, ya estamos a punto de empezar a introducir en nuestros métodos de enseñanza de escritura musical una renovación del legado del monje benedictino
La mano musical se trata de un sistema nemotécnico. En nuestras manos podemos leer los grados de la escala musical a través de las falanges de los dedos de la mano.
jueves, abril 05, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario