Escucho una señal acústica, periódica, de mediana intensidad, dentro del ambiente sonoro que hay en el despacho. Me giro a la izquierda: es el teléfono.
Cojo el auricular, escucho una nueva señal acústica, es la voz de un hombre, de unos 30 o 40 años, de registro grave, habla deprisa, percibo su respiración, expresa unas palabras con bastante intensidad, palabras agudas y graves, las dice en un momento, sonidos y silencios entrelazados, reconozco la voz, ...(he recibido toda esta información en pocos segundos). Le respondo con monosílabos para indicarle que le estoy escuchando.
En el transcurso de todo este mensaje sonoro, mientras lo escucho una parte mía se dirige a comprender el mensaje que quiere comunicarme el hombre que me está llamando.
Todo esto: mucha información, a la vez.
La escucha siempre es compleja...
martes, diciembre 05, 2006
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