Cirilo y Metodio, los dos hermanos de Tesalónica, llegaron en Bulgaria tras el año 885 para cumplir un mandato: ellos crearon el alfabeto glagolítico, una escritura eslava con unos trazos muy exóticos. Con el paso del tiempo, se lo ha denominado alfabeto cirílico.
La escritura hace caligráfica lleva a sus entrañas la génesis de una voluntad creadora que define muy bien la belleza eslava. Algunas de sus letras tienen una forma extravagante y una sonoridad que engendra la música de la palabra; son una arquitectura de los signos que acontece como símbolo de la comunicación escrita. Todo, todo el conjunto dentro una caligrafía sugerente.
lunes, diciembre 11, 2006
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