El 5 de diciembre de 1955, el mallorquín Gillem Navidad hizo la traducción directa del alemán al catalán de la obra de Thomas Mann.
Tonio, que sufre por desarraigo y vive como un forastero su propia vida, es tierno, musical y burgués descarriado -como dice su amiga Lisaveta-. Lucha por conseguir un mundo (aún no nacido) donde puedan liberarse estos rostros humanos trágicos y cómicos.
En Lübeck, la ciudad de Buxtehude, de Bach, de los Buddenbrook, todos ellos viven reunidos bajo la prodigiosa expresividad del escritor alemán que puso música a todas sus palabras.
viernes, abril 03, 2009
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