El pasado 16 de noviembre, tuvo lugar en Barcelona una jornada dedicada a las relaciones y los vínculos de la neurociència y la música.
Un día apasionante en qué se sucedieron unos relatos cautivadores sobre el entorno del nuevo paradigma musical.
Robert Zatorre nos dice que la música nos permite investigar la organización cerebral
Isabelle Peretz investiga los problemas cognitivos de la amúsia
Tecumseh Fitch afirma que el Fox-P2 es el gen que nos permite dar existencia a la canción Patrik Juslin nos confirma que la música evoca emociones en los oyentes
Michael Thaut nos indica que la música opera sobre el código sensorial y cognitivo.
Fue un relato musical generoso y esperanzador.
lunes, noviembre 19, 2007
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