Thomas Bernhard, violinista y dramaturgo, tiene una obra densa dónde da voz y espacio a personajes que tienen una gran dificultad para comunicarse. El autor, gran creador de personas humanas atravesadas por las soledad, propone en su obra teatral “La fuerza de la costumbre” que un grupo de malabaristas de circo interpreten la obra de cámara “La Trucha” del compositor vienés, Franz Schubert.
Todo un prodigio de relaciones entre la vida del circo y la música.
Una entrevista del año 1987.
viernes, abril 04, 2008
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