Uno de los aspectos que nos planteamos en el momento de componer, es la reflexión profunda, no sólo de lo que queremos expresar, sino también de la codificación del lenguage musical que utilizaremos. Componer música es estipular un convenio de símbolos que puedan ser inteligibles para cualquir persona con formación musical que quiera interpretar una partitura sonora en cualquier momento.
A lo largo de la historia humana, la notación musical, es decir, el “texto” de la escritura musical, ha ido variando como cualquier lenguage evolutivo, y el oficio y el arte de componer ha estado siempre relacionado con la capacidad de comunicarse a través del lenguage sonoro.
Sería interesante profundizar en los aspectos interpretativos de la música, por ejemplo, de las diferentes épocas y de estilos musicales para llegar a comprender la extensa trama que supone componer.